Introducción.
¿Qué es compasión? La compasión es un sentimiento de angustia debido a los males de otro, es ser movido en las entrañas o ser afectado similarmente, simpatía.
En Hebreos 5:2 Aprendemos que el sumo sacerdote bajo la ley debía ser paciente y compasivo, es decir; debía simpatizar con los ignorantes y extraviados puesto que él mismo estaba sujeto a debilidades. Era pues, un requisito que el sumo sacerdote demostrara ser compasivo, Cristo es nuestro sumo sacerdote y él demostró su compasión para con todos. El Nuevo Testamento nos habla de la compasión de Cristo para con:
1. Los débiles (Mateo 12:20), la caña cascada simboliza la debilidad y falta de estabilidad. Hay quienes Jesús les vio como la caña cascada doblada hacia tierra, en lugar de quebrar a estos, Cristo les restauraría. Los líderes religiosos del tiempo de Jesús oprimían a los humildes, les imponían sus propias reglas y despreciaban a los que según ellos, no estaban a su nivel, así dejaban lo más importante de la ley ver Mat. 23:23.
2. Con los tentados Heb. 2:18, Jesús experimentó sufrimientos y tentaciones razón por la que él puede simpatizar con los que sufren las mismas cosas dándoles así a estos la esperanza de ser socorridos.
3. Con los afligidos, Lucas 7:13
4. Con los enfermos, Mat. 14:14; Mar. 1:41.
5. Para con los pecadores perdidos, Mat. 9:36; Lucas 19:41.
Jesús vino a salvar lo que se había perdido, él no vino a condenar (Juan 3:17). El Señor mismo dijo, “el que conmigo no recoge desparrama”, si queremos recoger con Cristo debemos ser también como Cristo, debemos ser compasivos y tener paciencia con los débiles, con los tentados con los afligidos con los enfermos y pecadores para que sean salvos. Es un error tremendo cuando abrimos una puerta a los pecadores para que entren, pero no mucho tiempo después; por no simpatizar con ellos en sus debilidades, les abrimos pronto otra puerta para que salgan, y lo hacemos sin ninguna preocupación ¿Qué tanto esfuerzo estamos haciendo para restaurar, animar y consolar a los hermanos para que sean fieles? O ¿Nos hemos olvidado de la fe la justicia y la misericordia