Algunos predicadores, miembros de la iglesia de Cristo, han tomado la posición de que la Cena del Señor la conforman tres elementos. Según estos hermanos, estos elementos son: 1) El pan sin levadura, que simboliza el cuerpo de Cristo. 2) El fruto de la vid que simboliza la sangre de Cristo. 3) La Copa (es decir, el vaso que contiene el fruto de la vid), que simboliza el Nuevo Pacto.
Por ello, estos predicadores que enseñan así, creen que se debe tener una sola copa (o recipiente para el fruto de la vid) en la Cena del Señor, porque según ellos, la copa y no la sangre, representa el Nuevo Pacto, así que, debemos tener y beber de una copa al participar de la Cena del Señor, para tener representado ahí al Nuevo Pacto. Si esto fuera así, en la enseñanza de la Biblia, no habría problema, y así lo deberíamos hacer, pero la verdad es que eso no lo enseña la Biblia, pero los que así lo creen han perturbado con su creencia a muchos en la hermandad.
Los hermanos que equivocadamente enseñan que la copa o vasija representa el Nuevo Pacto, nos citan tanto a Lucas como a Pablo, así que haremos bien en considerar estos pasajes de la Biblia.
En nuestro estudio tendremos por propósito demostrar que la palabara “copa” no tiene el sentido que según estos hermanos enseñan, por lo que de inmediato vamos a leer los pasajes bíblicos en Lucas y en primera carta a los Corintios.
I- CONSIDRANDO LOS TEXTOS CITADOS POR NUESTROS HERMANOS.
En primer lugar, leeremos Lucas 22:20, que dice: “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.”
Otro de los textos que nos dan de prueba para confirmarnos que la copa (el contenedor) es el Nuevo Pacto se encuentra en 1 Corintios 11:25. “Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.”
En estos dos textos se observa la expresión que dice “Esta copa es el nuevo pacto”, y por ello algunos hermanos afirman que aquí se hace claro que “la copa”, en sentido literal, esto es el contenedor, “es el nuevo Pacto”. Pero es un error, producido por otro, el cual a saber es, el de no tomar en cuenta el lenguaje figurado empleado por Jesús, y presentado por Lucas y Pablo en los textos dados anteriormente. Pero esto que nos dice Lucas y Pablo es lo dicho también por Mateo y Marcos, consideremos lo que dice Marcos:
Mar 14:23-24 “Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. (24) Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.”
¿Qué significa la expresión en Marcos 14:24, que dice “Esto es mi sangre del nuevo Pacto”? Significa lo mismo que “esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” de 1 Corintios 11:25. El sentido de la palabra “copa” se explica entonces claramente al considerar el contexto, al decir la Biblia “Esta copa” esta diciendo “Esto es mi sangre”. Sin embargo, nuestros hermanos, que enseñan de Una sola copa, dicen que no es así, y que la palabra copa es literal en su sentido en los textos que nos han dado, así que necesitamos profundizar un poco más en cuanto a ¿qué es “la copa del Señor”.
II- LA COPA DEL SEÑOR.
¿Qué es el sentido de la palabra “copa” en Lucas 22:20 y 1 Corintios 11:25?
Primero, debemos tomar en cuenta que Dios en la Biblia utiliza el lenguaje humano para transmitirnos su pensamiento. Ahora bien, es parte de nuestro lenguaje el uso de tropos. Los tropos ocupan un lugar muy importante en el lenguaje, puesto que lo ornamentan y lo hacen exquisito. La palabra gr. Tropos, significa traslado. y se refiere al procedimiento en que una palabra adquiere un significado diferente al ordinario, al habitual y preciso. Dicho de otra manera, es la traslación del sentido de las palabras o de las frases. Los distintos tipos de tropos son: la metáfora, la alegoría, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la parábola, la fábula, entre otras. Es necesario tener en mente que esa traslación del sentido de las palabras o de las frases, se hace con la idea de expresar otra cosa, y se usa dicho procedimiento, cuando estas palabras o frases guardan alguna relación entre si. Por ejemplo: “respetar las canas” donde la palabra “canas”, obviamente, no tiene el significado habitual y preciso, el sentido que tiene en esta frase, es otro. Esto es, para referirse a la vejez, ya que las canas están relacionadas con la vejez. Otros ejemplos: “se comió dos platos”, “se bebió tres vasos”. A esta forma de hablar se le llama metonimia.
La palabra “copa” en griego, es potérion y según los léxicos del idioma griego, como Strong, dicen que significa: “Vaso para beber; por extensión el contenido, i.e. Vaso lleno (trago); figurativamente suerte o destino. Jarro, vasos de beber, cáliz, copa.”
Nótese, que según esto, no siempre la palabra “copa”, o “vaso”, tendrá el significado preciso al habitual o literal, en algunas ocasiones la palabra se empleará para referirse al contenido, tal y como vemos en nuestro ejemplo anterior “se bebió tres vasos”. Literalmente eso sería imposible por lo que debe comprenderse que la palabra “vaso” o “copa”, se está usando en un sentido diferente al ordinario. No hacer caso de esto, incurre en una falla en la comunicación, porque el receptor no puede comprender el mensaje que se le está transmitiendo, y puede sacar conclusiones erróneas.
Nuestros hermanos que afirman que la palabra “copa” en la frase “esta copa es el nuevo pacto” es literal, se han visto forzados a sacar conclusiones erróneas en su definición de lo qué es “la copa del Señor”. Nuestros hermanos definen que: “la copa del Señor no es el fruto de la vid solo, sino que es las dos cosas juntas”. Es decir “la copa” el elemento sólido, así como “el fruto de la vid” el elemento líquido, dicen nuestros hermanos, “las dos cosas juntas”, son “la copa del Señor”. Lo que obviamente no es lógico, puesto que Pablo dijo “…bebiereis esta copa” es claro, que Pablo se refiere a la copa del Señor en 1 Corintios 11:25, ¿Cómo es que se pueda al mismo tiempo beber estas dos cosas juntas, la copa “el elemento sólido” y el el fruto de la vid “el elemento liquido” que según nuestros hermanos “son la copa del Señor”? Además ¿Cómo es que estas “dos cosas juntas” que son “la copa del Señor” pueden ser repartidas? Puesto que la copa del Señor es repartida entre quienes participan. Recordemos que Jesús tomó la copa según Lucas 22:17, y dijo a sus discípulos “Tomad esto, y repartidlo entre vosotros”. La definición dada por nuestros hermanos de lo que es “la copa del Señor” es absurda y arbitraria, puesto que el “beber”, y el “repartir” la copa del Señor, son acciones literales en la enseñanza de la Biblia respecto a la Cena del Señor.
Siendo entonces, en relación a la Cena del Señor, que la Biblia nos dice de la “copa”, que ésta se reparte, y que ésta se bebe, esto debe hacernos obvio entonces, que la expresión que dice “Esta copa” se está usando en un sentido no ordinario o común. “copa” no tiene aquí un sentido literal, sino figurado, es decir; no se refiere al utensilio mismo, que pueda utilizarse como medio, para llevar algún líquido, ni a las dos cosas juntas, como dicen nuestros hermanos. El uso de la palabra “copa” aquí en estos textos (Lucas 22:20 y en 1 Cor. 11:25) es figurado, ¿Por qué? porque de ella se dice que se derrama, que se bebe, que se reparte. Por lo tanto, si se entendiera como refiriéndose al recipiente mismo, eso haría imposible que la copa fuera derramada, así como también sería imposible el beberla, y por lo tanto, la razón de la enseñanza de beber la copa, no tendría sentido.
III- “ESTA COPA”, ESTO ES MI SANGRE.
Ahora ¿Qué es lo que se bebe en la cena del Señor? Veamos Mateo 26:27,28.
En griego, la palabra “esto”, en la frase que dice: “Esto es mi sangre” en Marcos 14:24, es traducción de la palabra griega toúto (neutro, singular denominativo o acusativo). Esto nos indica o apunta a lo que Jesús se está refiriendo al decir “esto es mi sangre”, ¿A qué se está refiriendo? a la “copa” (potérion). ¿Por qué? porque “toúto” señala aquello de lo cual se acaba de hacer mención, y en el texto, eso es, “la copa”. Así que, la palabra “copa” se está usando en un sentido diferente al de su uso común o literal.
Observemos también Mateo 26:27-28, “Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; (28) porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
Notemos que Jesús tomó “la copa” y luego hablando de ella dice: “bebed de ella todos” y luego les explica a sus discípulos, diciéndoles: “porque esto es mi sangre” ¿Qué es la sangre de Cristo? La respuesta es evidente, “la copa”. Y refiriéndose a la copa Jesús dijo “bebed de ella todos porque esto (la copa) es mi sangre…”(Mateo 26;27,28; Marcos 14:23,24).
Es claro que “la copa” es la sangre de Cristo, que se bebe, y es la sangre derramada para establecer el nuevo pacto y obtener la remisión de los pecados. Es evidente que Jesús no tiene para nada en su mente el recipiente literal que estaba usando como medio. Así pues, nosotros al participar de la Cena del Señor, al tomar la copa, sabemos que es la sangre de Cristo porque así lo explica Jesús diciendo “porque esto es mi sangre”.
La expresión que dice “esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” de 1 Corintios 11:25, equivale a lo que Mateo y Marcos nos están diciendo, y puede ser dicha de otra manera “Esta copa es mi sangre derramada en favor de ustedes. Con ella, Dios hace un Nuevo Pacto”. Por lo tanto, lo que Lucas y Pablo enseñaron está en concordancia con Mateo y Marcos. Nótelo bien, Mateo dice: “esto (refiriéndose a la copa) es mi sangre del nuevo pacto” y es lo dicho, pero de otra manera por Lucas al decir “esta copa es el nuevo pacto”.
Esta forma de hablar de los escritores del Nuevo Testamento es la que no siempre es comprendida por algunos. Aquí en Lucas 22:20 como en 1 Corintios 11:25, se dice “la copa” en lugar de decir “la sangre”. Por lo tanto, el Nuevo Pacto no tiene relación alguna con un recipiente. Los que enseñan que “la copa” es decir el utensilio o recipiente que sirve como medio para llevar el fruto de la vid, es el Nuevo Pacto, corrompen la doctrina de Cristo, se han apartado de ella y le dan valor al utensilio, despreciando de esa manera, la preciosa sangre de Cristo. Luego quieren imponer su falsa doctrina sobre la hermandad.
Ahora bien, Hablando siempre de la copa que bebieron los apóstoles, Jesús les informó de algo inmediatamente, y eso fue “…desde ahora no beberé más de este fruto de la vid…” (Mat.26:29). Los apóstoles no bebieron literalmente la sangre de Cristo, bebieron el fruto de la vid, esto nos enseña que el fruto de la vid representa la sangre de Cristo, de la cual él dijo “bebed de ella todos”.
En la enseñanza apostólica “la copa”, que se bebe, es decir el fruto de la vid, tiene entonces significado espiritual, es la sangre del Señor derramada para establecer el Nuevo Pacto, y según el apóstol Pablo, todas las veces que la bebemos, lo hacemos como un memorial. Al comer el pan y beber la copa (es decir la sangre de Cristo representada en el fruto de la vid) nosotros le recordamos (1 Corintios 11:25). No hay nada que la Biblia enseñe, en cuanto a algún significado espiritual, relacionado al recipiente en los cuales se ponen el pan, y el fruto de la vid. Si la copa, esto es la sangre de Cristo, no se hubiera derramado, no habría sido posible para nosotros entrar con el Dios todo poderoso en una nueva e íntima relación. Estaríamos condenados en nuestro pecados y sin esperanza y sin Dios en este mundo.
CONCLUSIÓN.
Beber la copa del Señor, es beber la sangre del Señor representada en el fruto de la vid, la sangre de Cristo derramada es la que hizo posible el perdón de los pecados de muchos, y por cuya virtud Dios ha hecho con los perdonados un nuevo pacto. Una nueva alianza que nos introduce en una nueva y maravillosa relación con el Dios todo poderoso, El Creador del universo. No hay nada en el Antiguo Testamento que apunte a que un recipiente podría ser símbolo de pacto, y no hay nada en el nuevo pacto, que haga referencia al recipiente como medio por el cual se hace posible el nuevo pacto. La sangre de Cristo lo es, por lo tanto no le despreciemos dándole el lugar que ella se merece a un recipiente. Recordemos que el Nuevo Testamento nos enseña que el pan y el fruto de la vid son los únicos con significado espiritual, y por medio de los cuales hacemos memoria de nuestro Señor Jesucristo.
Además todos los cristianos de todo el mundo, el primer día de la semana, participamos de un mismo pan y de una misma copa, porque el pan que es el cuerpo de Cristo, es uno, y la copa derramada, esto es su sangre derramada para el perdón de los pecados, es una. En todo el mundo, los cristianos somos muchos, no tenemos literalmente un gran y solo pan, y no tenemos literalmente una gran y sola copa, pero todos participamos de un mismo pan y de una misma copa (1 Corintios 10:16-18) el cuerpo y la sangre de Jesucristo, obviamente representado en el pan sin levadura y en el fruto de la vid. Si lo notamos, Pablo no dice nada en cuanto a un utensilio representado algo, a fin de tener un solo recipiente en la cena para hacer memoria de eso.
Tengamos en mente siempre, que lo que hacemos al participar de la Cena del Señor es hacer memoria de Jesucristo, por todo lo que logró a nuestro favor al derramar su sangre por nosotros. Hacemos memoria de él, al comer el pan sin levadura y beber el fruto de la vid, y al mismo tiempo según el apóstol Pablo, “la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”.