El objetivo principal de Satanás es sacarnos del camino que lleva a la vida. Jesús es el camino, según leemos en (Juan 14:6). Andando en él, esto es; siguiendo sus enseñanzas y confiando en su dirección, es seguro que llegaremos al cielo. En verdad ¡Que glorioso será ese día! para todos los que aman la venida del Señor. Así que a Satanás nada le causará mayor satisfacción que alejarnos del camino, y que seamos perdidos eternamente con él y sus ángeles (Mateo 25:41,46).
Para lograr su propósito Satanás puede hacer uso de todo medio posible a fin de aprovechar nuestras debilidades, dudas y deseos. En ocasiones tratará de sacarnos del camino poniendo toda clase de obstáculos y dificultades. Usará toda clase de presión para hacernos sufrir a fin de que nos alejemos del camino. Otras veces usará cosas atractivas para atraernos fuera del camino, tales como; los amigos que no aman a Dios, el tabaco, el alcohol, intentará llevarnos por el camino de las drogas, el sexo ilícito, así como el amor al dinero, e intentará hacernos ir por el camino del orgullo, el egoísmo, la envidia, el enojo y la venganza.
Entonces, para que Satanás no gane ventaja sobre nosotros ya que sabemos de sus maquinaciones en nuestra contra (2 Corintios 2:11), no le demos lugar (Efesios 4:27), antes bien, como dice (Santiago 4:7) sometámonos a Dios y resistamos al diablo. Sigamos siempre fieles y obedientes la voz de nuestro buen Pastor, pues él dice:
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (Juan 10:27-29).