¿HAY SEIS REQUISITOS PARA OBEDECER AL EVANGELIO?

Por Wayne Partain.

¿(1) Oír, (2) creer, (3) arrepentirse, (4) confesar a Cristo, (5) ser bautizado (6) por un cristiano?

Obviamente en los casos de conversión en el NT los que bautizaron eran cristianos sin énfasis alguno sobre tal hecho y a través de los años todos hemos imitado su ejemplo.

En cuanto a este supuesto sexto requisito algunos hermanos están diciendo, “Pero hay que seguir el ejemplo apostólico”. Claro que sí pero los de Troas se reunieron en el aposento alto para tomar la cena (Hechos 20:7,8) y por eso ¿toda iglesia debe reunirse en el aposento alto para tomar la cena? Si no, ¿por qué no? Es ejemplo apostólico, el mismo Pablo predicaba en ese servicio. ¿Por qué es ejemplo apostólico el tomar la cena el primer día de la semana y no es ejemplo apostólico reunirse en el aposento alto para tomar la cena? Todos sabemos que el reunirse en aposento alto no es parte del patrón divino. Igualmente debemos reconocer que el que bautiza no es parte del patrón divino. Sería muy injusto condenar al bautizado por la culpa de aquel que le bautizó.

Es difícil creer que haya hermanos que enseñan que la salvación de la persona bautizada depende de la persona que bautiza. ¿Qué tiene que ver el que bautiza con el perdón de pecados? El que bautiza tiene el poder de evitar que la persona bautizada reciba el perdón de pecados? ¿Es salvador secundario o qué?

¿Cómo es posible que este asunto haya llegado a ser ocasión de división entre hermanos? ¿Por qué causar problemas sobre algo que no debe ser problema? ¿Por qué levantar controversias sobre algo que ni siquiera se menciona en el NT? Si este asunto hubiera sido problema para la iglesia desde su principio habría abundante información tocante a ello a través de Hechos y las epístolas del NT. Varios textos habrían sido dedicados a la discusión de la persona que bautiza porque la salvación (el perdón de pecados) de la persona bautizada habría estado en manos no solamente de Dios sino también en las manos de él.

Es obvio que la gran mayoría de los del NT que bautizaron eran cristianos pero no por eso se puede enseñar que la salvación de personas bautizadas dependía de los que les bautizaron. En primer lugar no hay mención alguna de tal requisito en el NT y en segundo lugar había excepciones aun el NT.

Judas era uno de los doce discípulos de Cristo (Mateo 10:1, 4) y los discípulos de Cristo bautizaron (Juan 4:2), pero Judas era ladrón (Juan 12:6). Por lo tanto ¿todos los que fueron bautizados por Judas se perdieron?

Demas era colaborador de Pablo (Filemón 24) y, desde luego, los colaboradores de Pablo predicaron el evangelio y bautizaron, pero Demas desamparó a Pablo porque amaba este mundo (2 Timoteo 4:10). Sería absurdo decir que él comenzó a amar al mundo el mismo día que desamparó a Pablo, sino que lógicamente se puede concluir que por algún tiempo él había bautizado cuando su corazón no era recto delante de Dios y aunque había sido bautizado él estaba en prisión de maldad amando este mundo en lugar de amar a Dios. Entonces ¿los que fueron bautizados por Demas no eran salvos?

Hermanos, tengamos cuidado. Evitemos el extremismo. A veces en el celo de tratar cierto problema creamos otro problema peor.

Es una verdadera lástima que esta cuestión haya llegado a ser ocasión de división entre hermanos.

Hay muchos inconversos que oyen, creen, se arrepienten, confiesan a Cristo delante de los hombres, se bautizan para obtener el perdón de pecados y ahora algunos hermanos les imponen otro requisito, sin el cual sus pecados no son perdonados.

En realidad este sexto requisito para ser salvos que algunos hermanos requieren ahora es un requisito prácticamente imposible para el inconverso. Este requisito le obliga a ser juez de la persona que le bautiza porque tiene que estar seguro que es un verdadero cristiano. ¿Es capaz el inconverso de ser juez de los que profesan ser cristianos?

Además, hay casos raros y excepcionales de personas en lugares bien retirados de cualquier iglesia o hermano que por su propio estudio de las Escrituras aprenden la verdad y quieren obedecer. Algún hermano se da cuenta de tal persona y ¿qué puede hacer? ¿Qué puede decirle?

Para tal caso raro y excepcional hay ciertas opciones.

— Al darse cuenta de tal persona uno puede buscar dinero para pagar los gastos de algún hermano fiel para que vaya con tal persona para bautizarle, pero esto requiere tiempo y “hoy es el día de salvación” y no hay garantía de que haya tiempo para juntar el dinero y hacer el viaje para bautizarlo.

— Animarle a bautizarse solo, pero ¿qué texto se puede citar para aprobarlo?

— Que sea bautizado de una vez por algún pariente o amigo. Nadie recomienda esto como ejemplo que se debería practicar como regla general para cualquiera que quisiera ser bautizado, pero es totalmente plausible (admisible y recomendable) en tal caso raro y excepcional.

— Dejar que tal individuo se pierda y vaya al infierno. ¿Sería mejor que él sea echado al lago de fuego para sufrir esa tortura eternamente en lugar de ser bautizado por algún inconverso? (Desde luego, entiendo que para algunos hermanos sería lo mismo porque para ellos el no ser bautizado no es peor que el ser bautizado por algún incrédulo porque en los dos casos va al infierno).

Pero tengamos cuidado, hermanos. Al enseñar que la salvación depende de que la persona que bautice sea verdadero cristiano (cristiano según el juicio divino),

podemos destruir la eficacia del bautismo mismo, y al mismo tiempo destruir la confianza y esperanza de hermanos en general porque simple y sencillamente no podemos con toda seguridad saber que fuimos bautizados por hermanos que ante los ojos de Dios eran 100% cristianos.

Es error grave enseñar que la salvación depende de seis cosas, no solamente de los cinco actos de obediencia sino también de que el que bautiza sea hermano que es un verdadero cristiano. El juzgar la fidelidad de la persona que bautiza está en manos de Dios y nadie puede tomar su lugar como Juez.

Entonces ¿qué concluimos? ¿Que no importa quién bautiza? Claro que no. Pero estoy insistiendo en que algunos hermanos están creando una controversia que no debe ser controversia. No existió tal controversia durante el tiempo de los apóstoles y no debe existir ahora.

De veras, ¿cuántas personas han sido bautizadas por inconversos? ¿Cuántas personas quieren ser bautizadas por inconversos? ¿Cuántos predicadores están animando a los inconversos a ser bautizados por inconversos? Toda la cuestión es cuestión necia.

2 Timoteo 2:23, “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas”.

Wayne Partain

Sitio web: www.waynepartain.com